El
intervencionismo económico no cree en el individuo. No cree en los
emprendedores. No cree en el libre mercado. No parte del individuo, como
el liberalismo, hacia el conjunto, sino de la sociedad al individuo.
Eso hace que entienda que la economía solo es posible si es regulada e
intervenida por el Estado. Con controles de precios, precios máximos,
precios cuidados y restricciones y castigos impositivos de todo tipo. No
cree en los incentivos económicos por el simple hecho que no cree en el
sector privado ni en los empresarios, los cuales, dentro de su esquema,
son perversos por querer maximizar su ganancia. Atacando lo que ellos
denominan “Justicia Social” de distribución de los ingresos en favor de
los que menos tienen.
En una charla por zoom que tuvimos el 12/05/2021 con Fabián Cruz y Javier Olcese, en determinado momento, hablamos sobre la nueva propuesta de Jorge Ferraresi, que se desempeñaba, antes de ser ministro de la nación, como intendente de Avellaneda.
Su propuesta consiste en aplicar un nuevo impuesto a aquellas propiedades deshabitadas y que no son puestas en alquiler. Es decir, imponernos un castigo (un nuevo impuesto) por no poner una propiedad privada en alquiler.
Cuál es (a priori) el objetivo de este impuesto?
Supuestamente lograr incrementar la oferta de propiedades en alquiler y al haber mayor oferta lograr un precio justo y razonable del contrato de locación. Todo en pos de la Justicia Social.
Cualquier partidario de la ideología imperante que nos diría al respecto? Que es lo que corresponde para que una propiedad ociosa sea puesta en alquiler. Encarecerla a su propietario por estar vacía.
La pregunta que yo me hago y comparto con ustedes, es la siguiente:
Es imponiendo un nuevo impuesto como vamos a convencer a los propietarios de inmuebles deshabitados a incrementar la oferta de unidades en alquiler?
La respuesta (para mi) es NO.
Cual sería realmente el camino a transitar si queremos aumentar la oferta?
A través de Incentivos Económicos que ningún referente de la izquierda autóctona concibe. En vez de un impuesto, el camino correcto es el Incentivo Económico.
Si se tiene una propiedad vacía nuestra propuesta debería ser, si la alquila (incrementando la oferta) NO le vamos a cobrar ni retener el impuesto a las ganancias sobre esa propiedad.
Nosotros tenemos que demostrar que aquí las cosas se hacen al revés. Si queremos incrementar la oferta de un bien y reducir su precio, jamás se logra por el camino del castigo económico, porque el resultado será el contrario al buscado.
Así se resuelve un problema de escasez de oferta?
Si no se alquila le cobro un nuevo impuesto y si la alquila le cobro otro (retención del impuesto a las ganancias).
Los incentivos económicos son los que inducen a la gente a poner su propiedad para ser rentada. Pero el problema es realmente mayor, y radica en la cultura económica de nuestra sociedad. Cuando un país puede alinear los beneficios individuales con los beneficios sociales es cuando no surgen conflictos de intereses y redundan en un beneficio social. En Argentina no pensamos así. En Argentina el premio, el incentivo que se concibe es (a lo sumo) no vamos a imponer un nuevo impuesto, pero jamás se piensa en incentivos económicos reales para asociar beneficios individuales que se transmitan y conviertan en beneficios para el conjunto de la sociedad.
Al Sr. Jorge Ferraresi deberíamos preguntarle:
Hoy ud recauda algún impuesto adicional por la propiedad vacía?
Cree ud que será fácil determinar si una propiedad está vacía o no?
Suponiendo que puediera cobrar algún impuesto, será relevante lo que se recauda o simplemente ha generado un problema adicional al afectar el clima de negocios con más y más intervencionismo por parte del Estado?
Cual será la propuesta que realmente mejora la “Justicia Social”?
Aplicar un incentivo para aumentar la oferta. NO creando nuevos impuestos sino quitando un impuesto (que en realidad hoy no cobramos ya que la propiedad está vacía) para inducir al propietario a alquilarla y lograr incrementar la oferta, que es, en definitiva, el objetivo buscado.
Lo que tenemos por delante es una batalla cultural, porque la gente compra slogans del progresismo que lo único que generan son distorsiones en todos los precios y perjudican la calidad de vida de la gente, y lo que es peor, redundan en mayores precios por los bienes y servicios, conduciendo a una peor situación del conjunto de la sociedad.
Lo que parece a priori razonable desde el relato no tiene fundamentos económicos que lo puedan justificar. La maximización de los beneficios individuales son los que nos van a llevar a una maximización de los beneficios sociales. Nosotros (los liberales) somos los que realmente podemos llevar adelante la Justicia Social. Esta es nuestra Bandera.
El relato progresista termina en mayores desequilibrios, en menor oferta que incrementa los precios, en desabastecimiento (en este caso de propiedades en alquiler) y en un claro sistema de Injusticia Social.
Si bien el tema es mucho más profundo y son muchas las cosas que sobre el mismo se pueden decir, me pareció muy importante y esclarecedor en detenernos en un tema puntual, y tomar conciencia que las verdaderas banderas de la Justicia Social se logran con nuestras ideas. Que el individuo que maximiza su ganancia en un contexto de libertad económica termina beneficiando al conjunto de la sociedad, simplemente siguiendo su interés individual. Ya que estará obligado a ofrecer bienes y servicios de la manera más eficiente posible, en cuanto a calidad y precio, en un esquema de libre mercado.
Porque no todo lo que reluce es oro y no todo discurso de Justicia Social realmente la promueve, tenemos que tener en claro que la Justicia Social Verdadera es la consecuencia de la Libertad Económica y jamás del intervencionismo progresista como se autoadjudican.
En una charla por zoom que tuvimos el 12/05/2021 con Fabián Cruz y Javier Olcese, en determinado momento, hablamos sobre la nueva propuesta de Jorge Ferraresi, que se desempeñaba, antes de ser ministro de la nación, como intendente de Avellaneda.
Su propuesta consiste en aplicar un nuevo impuesto a aquellas propiedades deshabitadas y que no son puestas en alquiler. Es decir, imponernos un castigo (un nuevo impuesto) por no poner una propiedad privada en alquiler.
Cuál es (a priori) el objetivo de este impuesto?
Supuestamente lograr incrementar la oferta de propiedades en alquiler y al haber mayor oferta lograr un precio justo y razonable del contrato de locación. Todo en pos de la Justicia Social.
Cualquier partidario de la ideología imperante que nos diría al respecto? Que es lo que corresponde para que una propiedad ociosa sea puesta en alquiler. Encarecerla a su propietario por estar vacía.
La pregunta que yo me hago y comparto con ustedes, es la siguiente:
Es imponiendo un nuevo impuesto como vamos a convencer a los propietarios de inmuebles deshabitados a incrementar la oferta de unidades en alquiler?
La respuesta (para mi) es NO.
Cual sería realmente el camino a transitar si queremos aumentar la oferta?
A través de Incentivos Económicos que ningún referente de la izquierda autóctona concibe. En vez de un impuesto, el camino correcto es el Incentivo Económico.
Si se tiene una propiedad vacía nuestra propuesta debería ser, si la alquila (incrementando la oferta) NO le vamos a cobrar ni retener el impuesto a las ganancias sobre esa propiedad.
Nosotros tenemos que demostrar que aquí las cosas se hacen al revés. Si queremos incrementar la oferta de un bien y reducir su precio, jamás se logra por el camino del castigo económico, porque el resultado será el contrario al buscado.
Así se resuelve un problema de escasez de oferta?
Si no se alquila le cobro un nuevo impuesto y si la alquila le cobro otro (retención del impuesto a las ganancias).
Los incentivos económicos son los que inducen a la gente a poner su propiedad para ser rentada. Pero el problema es realmente mayor, y radica en la cultura económica de nuestra sociedad. Cuando un país puede alinear los beneficios individuales con los beneficios sociales es cuando no surgen conflictos de intereses y redundan en un beneficio social. En Argentina no pensamos así. En Argentina el premio, el incentivo que se concibe es (a lo sumo) no vamos a imponer un nuevo impuesto, pero jamás se piensa en incentivos económicos reales para asociar beneficios individuales que se transmitan y conviertan en beneficios para el conjunto de la sociedad.
Al Sr. Jorge Ferraresi deberíamos preguntarle:
Hoy ud recauda algún impuesto adicional por la propiedad vacía?
Cree ud que será fácil determinar si una propiedad está vacía o no?
Suponiendo que puediera cobrar algún impuesto, será relevante lo que se recauda o simplemente ha generado un problema adicional al afectar el clima de negocios con más y más intervencionismo por parte del Estado?
Cual será la propuesta que realmente mejora la “Justicia Social”?
Aplicar un incentivo para aumentar la oferta. NO creando nuevos impuestos sino quitando un impuesto (que en realidad hoy no cobramos ya que la propiedad está vacía) para inducir al propietario a alquilarla y lograr incrementar la oferta, que es, en definitiva, el objetivo buscado.
Lo que tenemos por delante es una batalla cultural, porque la gente compra slogans del progresismo que lo único que generan son distorsiones en todos los precios y perjudican la calidad de vida de la gente, y lo que es peor, redundan en mayores precios por los bienes y servicios, conduciendo a una peor situación del conjunto de la sociedad.
Lo que parece a priori razonable desde el relato no tiene fundamentos económicos que lo puedan justificar. La maximización de los beneficios individuales son los que nos van a llevar a una maximización de los beneficios sociales. Nosotros (los liberales) somos los que realmente podemos llevar adelante la Justicia Social. Esta es nuestra Bandera.
El relato progresista termina en mayores desequilibrios, en menor oferta que incrementa los precios, en desabastecimiento (en este caso de propiedades en alquiler) y en un claro sistema de Injusticia Social.
Si bien el tema es mucho más profundo y son muchas las cosas que sobre el mismo se pueden decir, me pareció muy importante y esclarecedor en detenernos en un tema puntual, y tomar conciencia que las verdaderas banderas de la Justicia Social se logran con nuestras ideas. Que el individuo que maximiza su ganancia en un contexto de libertad económica termina beneficiando al conjunto de la sociedad, simplemente siguiendo su interés individual. Ya que estará obligado a ofrecer bienes y servicios de la manera más eficiente posible, en cuanto a calidad y precio, en un esquema de libre mercado.
Porque no todo lo que reluce es oro y no todo discurso de Justicia Social realmente la promueve, tenemos que tener en claro que la Justicia Social Verdadera es la consecuencia de la Libertad Económica y jamás del intervencionismo progresista como se autoadjudican.
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